Déjame entonces que piense lo que creo que he sido, y lo que creo que soy, para etiquetarme.

En una etapa inicial de mi vida adolescente y adulta, he sido camarero, seguridad en conciertos, hombre anunció en coche, relaciones públicas, compositor de canciones, vendedor de papel,….

Después de esa etapa, me dediqué a trabajar en televisión y algo en cine. Seguro que conoces algunos títulos en los que trabajé: Senderos de Gloria, Furor, la Gala Inocente o Las Mañanas de Cuatro, entre muchos. Allí pase por todos los puestos que pude, ya que empecé por lo más bajo para conocer bien esa profesión. Fui apuntador de canciones para Sara Montiel, regidor, auxiliar de camara, ayudante de dirección, ayudante de producción, Guionista, director, productor, productor ejecutivo, director de varias empresas audiovisuales, como la productora de Sony en España, empresario audiovisual,… y tenia
un ego del tamaño de la tierra.

Por aquí, más o menos, a pesar de que parecería que había tocado el cielo de mi profesión y de la vida que muchos ansiarían, toqué fondo, pero muy muy muy profundo y oscuro. Y, por si no era suficiente con tocarlo a nivel personal, la vida se encargó de que lo tocase a todos los niveles: me empezó a faltar el trabajo, el dinero, creía que era infeliz, no tenía la vida que creía que merecía, problemas de pareja,…. Tenía toda la abundancia del universo a mi disposición y creía no tener nada porque no veía la realidad sólo los testigos que había elegido para dar Fe de mi vida: el dinero, las posesiones materiales, la
posición laboral y social,…

Y tocar fondo fue la bendición que necesitaba para empezar a ver qué yo no era lo que creía; lo que hizo que pudiese ponerme en duda y poner en duda lo que había sido mi vida; lo que me hizo despertar.

Después de años sobreviviendo sufrientemente, el sufrimiento dejó de tapar el dolor que escondía y éste se apoderó de todo en mi vida. Aparentemente, desde fuera, todo parecía envidiable, pero yo no era feliz con nada, mi vida era una mentira sujeta con alfileres, no conseguía lo que quería, nunca nada era suficiente, todo era muy complicado, nada salía como quería, todo se descontrolaba en mi vida; creía vivir mi vida pero en realidad estaba a caballo entre el presente y el futuro, perdiéndome el único instante en el que estoy vivo: el presente.

Pero el universo me mostró un camino nuevo que me llevaría hasta mi SER, hasta mi verdadero “mi mismo”. Empecé a estudiar Reiki ushui-tibetano y me convertí en maestro. Y esa energía fue el principio de todo porque sentirla dentro de mí fue una experiencia transformadora para mi. Estudié todos los niveles de Tethahealing y me hice terapeuta. Estudie Kinemomi: liberación de miedos y emociones. Estudié Péndulo Holistico. Estudié PNL. Estudie Tantra. Estudie Hoponopono. Estudié Hipnosis
Ericksoniana. Estudié Sanación Axiotonal. Estudie Flores de Bach. Estudié Osteopatía. Estudié acupuntura. Estudié Bioneuroemoción. Me psicoanalicé y estudié Psicoanalisis. Me formé como Kinesiologo y como Masajista metamorfico. Estudié y practiqué Un Curso de Milagros y soy facilitador.

Gracias a todo eso, he descubierto que mi mente, esa que no dejaba de crear pensamientos dementes y axfisiantes, es mia, no es un ente que me domina. El único problema es que mi mente estaba dominada por un sistema de pensamientos basado en el miedo. La buena noticia fue que descubrí que ese sistema de pensamientos lo había construido yo con las creencias que había creado desde mi nacimiento, o incluso en la tripa de mamá; creencias creadas a partir del programa mental que mi mamá y mi papá decidieron transmitirle a mi mente inconsciente. Y gracias a este ultimo descubrimiento, he podido empezar a cancelar ese programa, y empezar a desterrar de esa mente intoxicada, tanto mis creencias limitantes como ese sistema de pensamientos.

Y entonces mi mente inconsciente ha comenzado a volverse consciente para que yo pueda crear desde cero mi vida, en este instante en el que estamos vivos, sin pasado ni futuro, sin miedo.

La vida está llena de posibilidades y he vivido muchas de ellas, la mayor parte de manera inconsciente aunque en este proceso me haya sentido conectado en muchas ocasiones. He cometido errores, ¡muchos!, y los he corregido. Venimos a vivir experiencias de vida y es inevitable que podamos cometer errores porque aprendemos de su corrección con amor y compasión, y del ejemplo de otros. Por eso es tan importante convertirnos en el ejemplo de lo que somos y de lo que queremos que sea nuestra vida.
Lo importante es que he descubierto que todo está en nuestra mente y que liberando nuestra mente, llegamos a nuestro ser, a descubrir quienes somos y cuál es nuestra función aquí, accediendo a todo el conocimiento del universo.

Y doy las gracias a Dios por todos los instantes de mi vida, por cada persona que me encontré o situación que viví, y que me permitió sentir el dolor que guardaba dentro. Porque solo cuando se hizo insoportable e inaguantable ese dolor, fue cuando me abrí a sentirlo y deje de sufrir.

Desde aquí te propongo muchas posibilidades de vivir la vida para que puedas darte cuenta que tu historia personal, lo que crees que has sido y eres, no te definen y no tiene ningún peso en tu vida porque eso no es tu SER. Tú SER está detrás de todo eso, aguardando a que te abras a ti mism@ y te veas, para descubrir que somos amor y que todos somos uno.

Te pido una cosa: No me creas. No tendría sentido que dejes de creerte a ti para creerme a mi, cambiar una creencia por otro. Te propongo posibilidades para que veas que la tuya no es la única manera posible y correcta de vivir, invitándote a que te permitas vivir tu vida de otra manera distinta a la que vives, poniéndote en duda a cada instante, si es que cuando te levantas por la mañana no eres plenamente feliz, viviendo en la paz y el amor de tu SER, que está esperando a que te aceptes.