Cuando yo CREO en algo es porque ya lo he vivido, experimentado, interpretado y juzgado. Siempre que recurro a mis CREENCIAS, me salgo de mi instante presente para irme a mis recuerdos, tratando de entender o vivir una situación presente desde la “seguridad” de mi pasado.

El ser humano no está aquí para CREER sino para vivir su experiencia de vida, pero el miedo con el que ha sido programado mentalmente, le hace temer este instante al que se llega sin expectativas, y recurre a ese pasado para sentirse seguro de que la experiencia va a ser “buena” para él, sin saber que nunca puede ser “mala” si se vive con A-MOR, pues no hay cabida para interpretaciones ni comparaciones.

La solo idea de que nuestras CREENCIAS nos puedan dar seguridad, tendría que servirnos para despertar, para ver qué estamos metidos en una ilusión temerosa de nuestra vida, que nada tiene que ver con la realidad, pero que nos hace CREER que todo lo que vivimos es temible e imperdonable.

Cuando uno se abre a vivir su presente, soltando sus CREENCIAS de sí mismo, de la vida y de su origen, puede experimentar la dicha de vivir, La Paz de sentir y la gracia de ser.

Besos en el corazón y bendiciones.