Estamos todo el tiempo viendo y juzgando los errores de los demás, sin ser conscientes de que, lo que vemos en el otro, es en nosotros mismos en quien debe ser corregido pues somos nosotros quienes CREEMOS verlo y quienes interpretamos eso que vemos desde nuestro programa mental basado en el miedo, temiendo que eso que vemos nos ataque, sin darnos cuenta de que, eso que sentimos lo sentimos nosotros mismos, y que realmente no está existiendo sino que es producto que nuestros juicios sobre lo que CREO ver.

Por eso se habla tanto de que el otro es un espejo para mí, pues me muestra a mí mismo lo que no soy capaz de ver pues mi inconsciente está tan ocupado tratando de encontrar “culpables” de lo que yo CREO que pasa fuera y de lo que eso que CREO que pasa me hace sentir, que no me permite ver que eso que tanta incomodidad me CREA, está en mi interior.

Basta esa simple confirmación para darnos cuenta de qué “nada externo a mí puede hacerme nada” y entender que todo lo que veo tan amenazante tan sólo ha surgido de mis interpretaciones, basadas en el miedo, que mi mente hace desde mi programa mental, ese que en lugar de permitirme responsabilizarme de mi vida, me “obliga” a encontrar constantemente “culpables” de todo aquello que siento y no quiero ni sé atender.

Besos en el corazón y bendiciones.