ME DIS-CULPO

Solemos CREER que todo lo que pasa en el mundo que CREEMOS ver, sucede contra nosotros, viviendo en una especie de persecución en la que, además, he CREÍDO que debo defenderme. Y ya sabemos, porque así nos lo han enseñado, que “no hay mejor defensa que un buen ataque.

Mientras veo que todo el mundo está en mi contra, CREO que todo lo q pasan son pecadores que cometen pecados de los que son culpables, y que merecen una cruel condena por mi parte; necesitan ser castigados con el más duro de los castigos para “que aprendan” y para que nunca más vuelvan a repetir, paradójicamente, eso que yo he CREÍDO que hacen. Qué locura, ¿no? Pedirle a alguien que cambie lo que yo veo “mal” en lugar de cambiar yo mi manera de ver eso que interpreto desde el miedo.

Como CREO todo eso, CREO que la gente tiene que pedirme perdón y que yo tengo el poder de perdonar eso que han hecho, que, en realidad, sólo yo he CREÍDO ver y he interpretado, juzgándolo. Y mientras que vea cosas que perdonar, viviré condenando sin ser consciente de que soy yo mismo quien se condena.

Si alguien CREE que yo he hecho algo “‘mal”, lo único que puedo hacer es disculparme conmigo mismo, quitarme la culpa en esa situación, porque sé que nada ha sucedido cómo se CREE. De esa manera, no hay necesidad de perdonar ni de ser perdonado, pues no hay culpas sino errores que corregir desde el amor.

Besos en el corazón y bendiciones.

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