La muerte es la gran desconocida, la incógnita que aún falta por despejar. La miramos de reojo para no verla por el MIEDO tan atroz que tenemos a VIVIRLA. Pero la muerte es parte de la vida y sólo el MIEDO a lo que nos pasará al morir puede hacernos temerla, pues realmente ninguno sabe lo que le pasará cuando nuestro cuerpo deje esta existencia humana.

Como en todo en nuestra vida, esa experiencia que aún no estamos viviendo, que muchos denominan la “última de la vida”, la estamos sufriendo desde muy corta edad. Y ¿sabes por qué?, porque se nos educa desde el miedo, desde el miedo a la separación, y ese miedo nos conduce a desaparecer. Y se nos ha enseñado que la muerte física es nuestra desaparición. ¿Te imaginas que a un bebé a punto de nacer le vinieran esos miedos a nacer porque no sabe a dónde va? Seguramente, no querría nacer ninguno.

Pero, ¿y si la muerte es otro nacimiento en esta vida eterna de nuestro ser, que pasa de un estado de conciencia a otro en un continuo aprendizaje? Seguramente entonces, nadie viviría con miedo a morir sino esperanzados con llegar a ese trámite de la vida con todas las tareas cumplidas.
Y seguramente sabríamos cuál es nuestra función aquí.No nos damos cuenta que es la propia parálisis que nos genera el miedo la que hace que no vivamos nuestra vida plenamente, PRE-ocupados por nuestra muerte a cada instante, haciendo que nuestros cuerpos enfermen y finalmente mueran, sin haber vivido en plenitud desde nuestro ser, si no habiendo vivido CREYENDO que somos este cuerpo que un día desaparecerá.

Somos A-MOR, somos plenitud, somos eternidad, somos el ser que habita este cuerpo y el miedo no existe más que en tu mente y, por lo tanto, tú tienes el poder de eliminarlo de la ecuación para que no domine una vida que no le corresponde.

Besos en el corazón y bendiciones.
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