¡NO TE ANIMES, SIÉNTETE!
Si cuando siento emociones que CREO que no debo sentir y que me hacen sentir incómodo y ansioso porque no sé sentirlas, trato de animarme para tratar de sentir las emociones que CREO que es “bueno” sentir porque además CREO que me hacen feliz, estoy despreciándome a mí mismo y evitando la oportunidad de ver la falsedad de todo ese mecanismo y reconocerme
Animarse es negarse porque es rechazar que lo que siento es parte de mí y que es perfecto sentirlo a cada instante. Animarse es no saber que somos seres emocionales y que todas las emociones te llevan al mismo pico de intensidad y que quienes decidimos si es dolor o placer, somos nosotros con nuestros pensamientos. La misma energía que tienes en un orgasmo es la que recorre el cuerpo ante cualquier emoción, solo que tú mente te dice que la energía de la ansiedad es “mala” y la del orgasmo “buena”.
Cuando te permites sentir todo lo que siente, sin tratar de camuflarlo o evitarlo, estás haciendo un trabajo de auto indagación y observación, que es el principio de hacernos conscientes y de reconectatnos con nuestro ser. Gracias a ese proceso, las mentes programadas desde el miedo pueden liberar su mente de los patrones mentales y vivir plenamente.
Besos en el corazón y bendiciones.