¿Y si sólo tienes que respirar? EJERCICIO PRÁCTICO.

Nos imponemos tantas tareas en nuestra vida, que si no cumplimos nos hacen sentir insuficientes, que nos olvidamos de la única y principal actividad que estamos llamados a realizar, realizándola de manera autómata e inconsciente: RESPIRAR.

Si respirásemos de manera consciente, nuestros niveles de depresión y ansiedad se reducirían, nuestro anclaje al presente sería permanente y nuestro cuerpo estaría en una sanidad permanente, al igual que el ruido mental de nuestros pensamiento, pues es nuestro único “esfuerzo” a cada instante. El resto de funciones físicas dependen de que respires pues es lo que te da la vida, es lo primero que hiciste al nacer.

Cuando respiras de manera consciente no necesitas casi ni comer, ni beber, y mucho menos todas esas cosas que CREES necesitar constantemente. La respiración te permite estar presente en tu vida, te permite sanar tu cuerpo y te permite recuperar el control de tu mente y de todos los pensamientos que está genera para poder pensar conscientemente en lo que decidas y no en lo que tú inconsciente quiera pensar por ti.

En este ejercicio práctico, te doy las herramientas básicas para recolectar con tu vida a través de tu herramienta más poderosa: TU RESPIRACIÓN.

Besos en el corazón y bendiciones.

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