Desde que nacemos, se nos enseña a jugar al juego del miedo, introduciendo en nuestra mentes la idea de que no somos A-MOR y que éste se encuentra fuera de nosotros. Después de años de programación mental, basada en ese miedo, acabamos CREYÉNDONOSLO y viviendo nuestra “vida” en base a esa falsa idea, que nos introduce en el demencial juego del miedo al que estamos sometidos a cada instante.

Ese perverso juego hace que estemos en permanente actitud de ataque y defensa, desconfiando de todo cuanto CREEMOS ver en este mundo de sombras que hemos CREADO y que no permite que la luz sea. Un juego lleno de trampas mortales en el que todos ganan y pierden a la vez pues no puede haber victoria donde la luz no es reconocida; donde CREEMOS vencer donde no puede haber sino pérdida constante.

El único juego al que pueden jugar los seres humanos es el juego del A-MOR, pues es lo que somos y lo que lo es todo eternamente. Todo lo que no es eterno e infalible no existe y, por lo tanto, es una ilusión, un sueño. Y el miedo es la cuna de todos los sueños pues en él solo se puede soñar, no vivir. Lejos del presente nada existe ni puede ser, pero el miedo nos mantiene constantemente entre el pasado y el futuro, imaginando (poniendo imágenes) lo que es este instante en lugar de viviéndolo.

Permite que el miedo desaparezca, dándote cuenta de que lo que tú CREES que eres no tiene nada que ver con lo que realmente eres; soltando para ello toda la imagen que has CREADO de ti mismo para que la esencia de tu ser pueda volver a ocupar la presencia que nunca abandonaste.

Besos en el corazón y bendiciones.