Ya ha llegado la pascua y nadie sabe cómo ha sido. Muchos dicen: “esto no parece Semana Santa””menuda diferencia con el año pasado”,…. pero muy poca gente se pone a mirar que en realidad somos nosotros quienes le damos un carácter especial a los días y quienes estamos esperando cualquier “día especial” para huir de nuestra propia vida, intentando que la nueva que esperamos encontrar en la playa sea mejor que la que tenemos. Pero casi siempre, la de la playa es muy parecida pero con más agua y sol, con más alcohol y comida para pasarla y digerirla lo mejor posible, y con la misma ingente necesidad de rellenarla de cosas que nos satisfagan mucho porque es obligatorio ser “felices” en vacaciones. Para que esta pascua sea “mejor” o “peor” tenemos que compararla con un recuerdo que traemos a la mente de otro instante pero que no puede servirnos de nada en el presente, pues el presente ya nos está ofreciendo infinitas posibilidades hoy.

Ahora es un día más, estás en tu casa y no puedes salir, no puedes hacer mucho más de lo que ya has hecho, y a lo mejor hasta le estás cogiendo el gusto a estar en casa y a hacer aquello que llevas ya un tiempo haciendo. Y ya has visto que puedes hacer cualquier liturgia de pascua tú mismo en casa. Es lo que tiene estar confitados.

Besos en el corazón y bendiciones.