¡TUS hijos no son TUYOS!
En la mayoría de seres humanos, cuando tenemos un hijo o una hija, suele pasarnos como con nuestras parejas o como las cosas que compramos, que nos CREEMOS que son nuestras. Pero ni tu pareja es tuya ni tus hijos o hijas son tuyos.
Tu descendencia viene a tu vida para que te veas en ellos y para que aprendas todo aquello que aún no has aprendido y recuperes la esencia de tu niño que quedo perdida en el programa mental en el que vives desde que cumpliste la mayoría de edad. Porque tus hijos o hijas vienen para que tu les eduques, les guíes, en esta vida pero como un compañero de viaje que puede indicarles con A-MOR las normas y trucos de la vida, no para que actúes de manera dictatorial con elloas, diciéndoles todo lo que tienen que ser, hacer, pensar, decir y hasta sufrir.
Cuando consigues eso, os convertís ambos en maestros y aprendices de la vida, sin que ninguno se sienta inferior o superior, sabiendo que el respeto no está en obedecer sino en valorar cada paso en común, poniéndose ambos al servicio del vien común que es evolucionar.
Sé un padre, no un inquisidor, y aprenderás a través de los ojos de tus hijos e hijas lo que no habías aprendido hasta ahora.
Besos en el corazón y bendiciones.